La flacidez del rostro se debe principalmente a la pérdida de colágeno, proteína fibrosa situada en las capas más profundas de la piel. Por medio de la bioestimulación de colágeno se puede activar la capacidad de la piel para producir esta proteína, restaurando su estructura de soporte y renovando su firmeza natural.
Tu tratamiento:
Notarás gradualmente mejoras visibles de la firmeza de la piel y los resultados pueden durar más de dos años. Esta duración puede variar en base a la pauta marcada y al propio metabolismo del paciente. Tu médico te indicará los tratamientos y las sesiones necesarias.
Inmediatamente después de cada sesión, es posible que experimentes cierta hinchazón que reducirá temporalmente las arrugas y los pliegues. A partir de entonces, comienza el proceso gradual de reconstitución del colágeno.
Cómo funciona:
El bioestimulador de colágeno se inyecta en las capas profundas de la piel para estimular tu propia producción de colágeno, aportando el soporte estructural perdido durante el envejecimiento para mejorar la laxitud de la piel.
Restaura la piel de forma progresiva, aportando volumen y suavizando las arrugas.
Zonas del rostro:
Aporta firmeza a las zonas del rostro indicadas para mejorar la laxitud de la piel. Entre ellas se encuentran las mejillas, líneas mandibulares y mentón.